sábado, 27 de febrero de 2010

Vivir tiene un precio

¿No sería mejor, que como ciudadanos libres podamos decidir ponerle precio a un órgano de los que disponemos en par? Diga NO al tráfico de órganos. Mi cuerpo es MÍO y yo vendo lo que quiero.




6 comentarios:

  1. el ser humano no tiene respeto por el otro, sea éste la naturaleza o el resto de los seres humanos. ¿cuál es la diferencia entre destruir su entorno y destruir a otro ser humano? en ambos casos, la destrucción es a sí mismo.

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  2. Yo no vendería mis órganos, en todo caso los donaría a alguien que los necesitara realmente, fuera cercano o no. No me gusta la idea de comerciar con mi cuerpo y mucho menos que haya gente que se haga rica con hombres mujeres y niños inocentes.

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  3. Supongo que hay gente que solo por el dinero, venderia organos que no son tan visibles como un ojo o una extremidad, asi como venden ovulos o esperma, pero no lo meditan lo suficiente o no toman en cuenta las consecuencias, creo en mi sincera opinion que hay que seguir el camino de la donacion, al final siempre va ahaber un mercado negro y desgraciadamente gente que acuda a el, si no hubiera compradores, no habria vendedores.

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  4. Me parece muy bien, si ya se pueden comprar de forma legal por de remate, ebay, amazon, etc, quien los va a buscar en el mercado negro, y en lugar de darle dinero a hijos de puta, lo estarian recibiendo personas que se van a retorcer una ratito mientras se recuperan de una herida que ellos SI DECIDIERON tener, y no gente inocente que fue asesinada.

    YO VOTO A FAVOR.

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  5. Toda persona tiene la libertad de hacer lo que quiera con su cuerpo, pero también creo que esto llevaría a que solo los que tengan dinero puedan tener esa oportunidad, lo cual solo nos llevaría a acentuar las diferencias sociales. Para mí la opción debe de ser la donación voluntaria e incrementar las campañas de conscientización sobre este asunto

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  6. La libertad que se ejerce en los supuestos no es libertad, es decir, de nada valdría decir que no debemos hacer mal uso de nuestro cuerpo o de algunas de sus partes cuando, en la realidad ocurre con o sin ley este uso. Por ejemplo, el trabajo más viejo del mundo atiende sin duda a la falta de dinero pero también al deseo de pensar que nuestro cuerpo puede servir para obtener cualquier recurso. Eso es venta se quiera ver o no, así como vender imagen en tal o cual empresa por el hecho de darle categoría al producto anunciado por alguien que posee un cuerpo digno de vender, vía la publicidad...

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